sábado, 9 de junio de 2007

“El diario a diario”,

Un señor toma el tranvía después de comprar el diario y ponérselo bajo el brazo. Media hora más tarde desciende con el mismo diario bajo el mismo brazo.Pero ya no es el mismo diario, ahora es un montón de hojas impresas que el señor abandona en un banco de plaza.Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en diario, hasta que un muchacho lo ve, lo lee y lo deja convertido en un montón de hojas impresas.Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en un diario, hasta que una anciana lo encuentra, lo lee y lo deja convertido en un montón de hojas impresas. Luego se lo lleva a su casa y en el camino lo usa para empaquetar medio kilo de acelgas, que es para lo que sirven los diarios después de estas excitantes metamorfosis.
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Julio Cortázar “El diario a diario”, en Historias de cronopios y de famas

3 comentarios:

Anónimo dijo...

querido fedee... ése texto de Julio Cortazar me lo hicieron leer en la facultad, en primer año.
La verdad es que es muy malo el cuento que elegiste. Sin embargo, debo destacar que Julio Cortazar no llega a colmar mis espectativas en ninguno de sus escritos, por ende, no puedo juzgarlo ya que su impronta y su estilo literario no me inspiran.
Jaja, estoy a full. Como estas vos? hace tantisimo que no hablamos... y me acorde de tu Blog, y del koala que tenía que llamarse "Modelno"... y sin embargo le pusiste Evaristo, nombre de viejo alzado.
Lo condenaste a la pedofilia y al abuso sexual sin precendentes. Lo marcaste de por vida con un nombre que lo iba a dejar en la ruina. Y ahi lo tenés... mirándole las partes descubiertas a las muchachas de la calle.
Te dejo un beso... espero que sigas bien!

Marrittooo....Merrynna... Pampa

zzz dijo...

A mi me gustó la historia, realmente nunca me he puesto a pensar que pasa con los diarios después de leerlos. Saludos!

Talía GC dijo...

A diferencia del primer comentario, yo tuve la oportunidad de leer a Cortazar hace poco y se ha vuelto de mis favoritos. Tiene esa extraña facultad de hacer magico algo tan cotidiano. Lo que nos pasa por alto a los ojos el lo vuelva tan fascinante. Y al final, me deja pensando será que tal vez todos en cierta forma sufrimos un meamorfosis semejante?

Saludos!